domingo, 28 de octubre de 2012

¿Cómo puedo ser un excelente estudiante si nunca he tenido buenas calificaciones?

 ¿Cómo puedo ser un excelente estudiante si nunca he tenido buenas calificaciones?

Si crees que sólo las personas muy inteligentes pueden ser excelentes estudiantes en el colegio o la universidad estás en un gran error. Si crees que por el solo hecho de que actualmente no te va bien en los estudios ya no tienes esperanzas para ser mejor también estás en un gran error. Si piensas que un excelente alumno no se hace sino nace también estás en otro gran error. En estos momentos, no importa tu pasado. ¡Sólo interesa tu presente.

Si quieres ser un excelente estudiante y obtener muy buenas calificaciones en la universidad o el colegio, lo puedes lograr. La decisión está en tus manos. Para ello, voy a compartir contigo algunos tips y secretos personales para que logres este objetivo: ser un estudiante exitoso. Te voy a mostrar tres fotografías. Quiero que te veas en ellas y analices cada una de estas fotos. Luego aplícalas a tu vida personal o profesional. Veras cambios sorprendentes, te lo puedo asegurar ¡100% comprobado

¿Qué hago si no me llevo bien con mi profesor?


¿Qué hago si no me llevo bien con mi profesor?

¿Quién es tu profesor favorito? ․․․․․
¿Por qué? ․․․․․
¿Quién es el profesor que menos te gusta? ․․․․․
A LOS maestros, a diferencia de tus amigos, por lo general no los puedes elegir: son una lotería. Aun así, quizás estés contento con los que te han tocado. David, de 18 años, cuenta: “La verdad es que nunca tuve problemas con ninguno. Como yo los respetaba, les caía bien”.
Claro que también puede pasarte lo contrario. “Mi maestra es una bruja —cuenta Sara, de 11 años—. Y encima, no la entiendo. O no explica las cosas, o las explica demasiado.” Por difícil que parezca, no es imposible llevarse bien con un maestro así. Solo que antes debes identificar qué es lo que te cuesta soportar. A continuación te damos una lista de posibles razones. Marca (✔) las que te apliquen a ti, o añade alguna si falta:
□ No logras entender sus explicaciones
□ Te baja las calificaciones a propósito
□ Se nota que tiene favoritos
□ Sus castigos son injustos
□ Sientes que te discrimina
□ Otra razón ․․․․․
Veamos qué puedes hacer para manejar estas situaciones. Lo primero es seguir este consejo del apóstol Pedro: “Vivan todos ustedes en paz y unidad. Traten de entenderse los unos a los otros” (1 Pedro 3:8, La Palabra de Dios para Todos). ¿Piensas que la “bruja” de tu maestra no merece que trates de entenderla? Es posible, pero repasemos algunos hechos.
No son perfectos. Los maestros también tienen sus manías, sus problemas y hasta sus prejuicios. “Si alguno no tropieza en palabra —nos recuerda el discípulo Santiago—, este es varón perfecto, capaz de refrenar también su cuerpo entero.” (Santiago 3:2.) Belinda, de 19 años, explica: “Mi profesora de Matemáticas no era muy paciente y nos gritaba todo el tiempo. Costaba respetarla”. Aun así, la culpa no era toda suya. “La clase siempre era un caos —reconoce Belinda—, y mis compañeros se portaban mal solo para hacerla rabiar.”
Además, ¿verdad que agradeces que tus profesores pasen por alto las metidas de pata que cometes cuando estás bajo mucho estrés? ¿No podrías hacer tú lo mismo con sus errores? Trata de recordar alguna situación difícil que hayas tenido recientemente con algún profesor y piensa qué pudo haber causado que él actuara así.
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Tienen sus favoritos. Repasemos algunas de las dificultades a las que se enfrentan tus profesores. ¿Cuántos de tus compañeros de veras desean asistir a clase? ¿Cuántos de esos quieren o pueden concentrarse durante al menos media hora en un tema? ¿Cuántos estudiantes frustrados y violentos se desquitan con sus maestros? Imagina ahora que tuvieras que dar clase a un grupo de veinte, treinta o más adolescentes poco interesados en lo que estás enseñando. ¿No optarías tú también por prestar más atención a quienes muestran algo de interés?
A Natasha lo que le molesta es que el favoritismo sea muy notorio o injusto: “Nadie puede entregar un trabajo después de la fecha límite... Nadie, excepto los jugadores del equipo de la escuela. ¡Y qué casualidad que el profesor sea el asistente técnico del equipo!”. En estos casos, trata de ser práctico y pregúntate: “¿Se está descuidando mi educación?”. Si no es así, no tiene sentido molestarse ni ponerse celoso.
Apunta lo que podrías hacer para que tu profesor vea que te interesan sus clases.
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Pueden malinterpretar a los alumnos. A veces lo que te gana la antipatía de un profesor son simples malentendidos o diferencias de personalidad. Por ejemplo, hacer demasiadas preguntas puede verse como una muestra de rebeldía, y decir alguna gracia, como una falta de respeto o una señal de inmadurez.
¿Qué puedes hacer si te sucediera algo así? La Biblia recomienda: “No devuelvan mal por mal a nadie. [...] Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres” (Romanos 12:17, 18). No hagas nada que provoque a tu maestro. ¿De qué te sirve iniciar una discusión? En vez de darle motivos para quejarse, procura ser amable. Demuéstrale que tienes buenos modales: salúdalo cuando te lo encuentres y sonríele de vez en cuando. Tal vez así logres que cambie su actitud (Romanos 12:20, 21).
Tomemos por ejemplo a Ken. “Como soy muy tímido —explica él—, casi no les hablaba a mis profesores.” Y claro, esto se prestaba a que lo malinterpretaran. ¿Qué hizo? “Me di cuenta de que en realidad la mayoría quería ayudarme, así que me propuse conocerlos bien a todos y, poco a poco, mis calificaciones empezaron a mejorar.”
Aun así, no siempre te servirán los buenos modales ni el diálogo. En esos casos, tendrás que ser paciente. Ya lo dijo el rey Salomón: “La paciencia vence toda resistencia. La cortesía vence toda oposición” (Proverbios 25:15, Traducción en lenguaje actual). Intenta reaccionar con calma y respeto cuando tu maestro te trate injustamente, y puede que empiece a verte con otros ojos (Proverbios 15:1).

lunes, 22 de octubre de 2012

¿COMO ME QUITO EL ESTRÉS ESCOLAR?



¿Cómo me quito el estrés escolar?

“El estrés de la escuela no se acaba porque uno crezca; solo cambian las causas.” (James, de Nueva Zelanda) 
“Sentía tanta presión en la escuela que muchas veces quería ponerme a llorar y gritar.” (Sharon, de Estados Unidos)
¿TE PARECE que tus padres simplemente no entienden la tremenda presión que soportas en la escuela? Quizás te digan que tú no tienes que pagar una hipoteca ni alimentar a una familia ni complacer a un patrón; pero es probable que sientas tanta presión como ellos, o más.
Solo ir y volver de la escuela ya puede ser estresante. “Muchas veces estallaban peleas en el autobús escolar—cuenta Tara, de Estados Unidos—. El conductor se detenía, y todos teníamos que bajarnos y esperar como mínimo media hora.”
¿Desaparece el estrés cuando llegas a clase? Para nada. Fíjate en lo que dicen estos jóvenes; tal vez te sientas identificado con algunos de ellos.
▪ Estrés causado por los profesores.
“Mis profesores quieren que sobresalga y que saque las mejores notas posibles. Me siento muy presionada para conseguir su aprobación.” (Sandra, de Fiji.)
“Los profesores empujan a los estudiantes a sobresalir académicamente, sobre todo a los que tienen aptitudes. Quieren que triunfen a toda costa.” (April, de Estados Unidos.)
“Aunque tengas metas nobles, hay profesores que te hacen sentir como una basura porque no sigues las metas académicas que ellos consideran apropiadas para ti.” (Naomi, de Estados Unidos.)
 ¿Cómo te afecta el estrés causado por los profesores?

▪ Estrés causado por los compañeros.
“En la secundaria, los muchachos tienen más libertad y son más rebeldes. Si no te unes a ellos, piensan que no estás en la onda.” (Kevin, de Estados Unidos.)
“Todos los días me veo sometido a la tentación de beber y tener relaciones sexuales. A veces es muy difícil resistir.” (Aaron, de Nueva Zelanda.)
“Tengo 12 años, y lo que más me estresa es la presión para que tenga novio. Todos en la escuela me preguntan que hasta cuándo voy a estar sola.” (Alexandria, de Estados Unidos.)
“Me presionaban para que saliera con un muchacho; como me negué, me tacharon de lesbiana. Y eso fue cuando apenas tenía 10 años.” (Christa, de Australia.)
¿Cómo te afecta el estrés causado por los compañeros?
▪ Estrés por no saber cómo reaccionarán tus compañeros ante tus creencias.
“Es difícil hablar de tus creencias religiosas con tus compañeros porque no sabes cómo te van a ver después. Te preocupa que te tilden de rara.” (Carol, de Hawai.)
“Desde el principio de la secundaria, los muchachos se drogan, beben y tienen relaciones sexuales. Es una situación muy estresante, pues no quieres que se burlen de ti porque eres diferente y vives según las normas bíblicas.” (Susan, de Estados Unidos.)


¿Cómo puedo cumplir con todas mis tareas escolares?


Lo que puedes hacer

Busca un lugar para estudiar. Procura que no haya distracciones. Si es posible, estudia en un escritorio. No enciendas la televisión ni escuches música.
Muchacha montada en un caballo que corre velozmente
El tiempo es como un caballo salvaje: hay que aprender a controlarlo
Establece prioridades. Tus estudios son muy importantes, así que asegúrate de que lo primero que hagas sean tus tareas.
No dejes las tareas para después. Programa un horario para tus actividades y esfuérzate por cumplirlo.
Organízate. Anota en un papel las tareas escolares que tengas que hacer. Asígnales un orden de importancia y un tiempo límite. Táchalas a medida que las vayas terminando.
Descansa de vez en cuando. Si notas que te estás distrayendo, tómate un respiro, pero continúa con tus tareas lo antes posible.
Ten fe en ti mismo. Lo que distingue a un buen estudiante de uno malo son sus ganas de trabajar, y no tanto su inteligencia (Proverbios 10:4). Así que... ¡ánimo! Esfuérzate y verás que obtienes buenos resultados.